1000 es un número que no deja de ser sorprendente.

  Este año puedo considerarlo muy productivo en lo educativo, es decir, desde inicios del mismo arranqué con buen pie como dicen por ahí en lo referente a charlas, talleres y conversatorios sobre las serpientes de Venezuela, de hecho, la primera tertulia fue en la comunidad de Garate, ubicada dentro del Parque Nacional Waraira Repano, un dato interesante es que antiguamente se le conocía como el Ávila y que aún muchos usamos ese nombre al citar alguna referencia o anécdota en ese Parque Nacional.


   El año siguió su curso y por motivos laborales tuve que seguir dictando charlas y talleres sobre la Biodiversidad del Parque Nacional Henri Pittier, su importancia ecológica y conservación, así como también el taller sobre las Características básicas para identificar serpientes venenosas presentes en Venezuela con énfasis en el parque nacional Henri Pittier donde tuve la oportunidad de compartir mis conocimientos a grupos de excursionismo, ciclismo, instituciones educativas de educación básica, media, diversificada y comunidades en varios municipios de estado Aragua y otras latitudes.

   Es importante resaltar el hecho de compartir experiencias y escuchar anécdotas de primera mano donde “la culebra estaba ahí, la pisé sin querer y me mordió, pero era una tragavená…” o escuchar frases trilladas como “La única culebra buena es la culebra que está muerta” así como también oír “Pasamos en las bicicletas y vimos una mapanare aplastada en el camino, presumimos que la aplastó un vehículo” estas y un sinfín de frases y comentarios tan impresionantes con toques fantásticos.

   Ahora bien, otro aspecto a comentar reside en el hecho de ampliar el listado de nombres comunes de algunas especies de serpientes y por su puesto las historias de encuentros con estos reptiles desde la urbe hasta la comunidad rural.

   Por otra parte, también resultó impresionante la cantidad de mitos y leyendas asociadas a ciertas especies que integran la biodiversidad del Pittier, donde resaltan ciertas especies de aves que son relacionadas con “brujas” y por supuesto, esas historias de cazadores y sus encuentros con el Tigre o de como “je le jue el venao” luego de tirarlo con la escopeta (dispararle).

El Alcaraván, ave rodeada de mitos asociados con el embarazo.

   Siguiendo el orden de ideas planteadas anteriormente, lo que es más enriquecedor e importante a comentar que se suman nuevos aliados en la conservación de la biodiversidad, personas que ahora antes de “eliminar” una serpiente ya logran reconocer y diferenciar (serpientes venenosas y no venenosas) e incluso los más atrevidos se arriesgan a capturar estos reptiles y reubicarlos por su cuenta y en último caso capturarlo y comunicarse conmigo para ir a buscar el ejemplar y posteriormente ser reubicado. No menos importante es despertar la curiosidad, sentido de pertenencia y criterio en los estudiantes sobre las amenazas de la biodiversidad y la reflexión en las comunidades urbanas y rurales no escapan de ese cambio de punto de vista.

   En este sentido, hemos alcanzado una cifra de más de 1000 personas que recibieron estos talleres impartidos por el autor de este blog, se trata de una cifra impresionante tomando en cuenta que a finales del año tuve la oportunidad de asistir a un programa radial comunitario donde tuvimos un conversatorio sobre las serpientes de Venezuela cuyo alcance fue mucho más de lo pensado.

   Debo aprovechar que no se trata de rendir culto a la personalidad o alimentar el ego, al contrario, veo con satisfacción que el trabajo como docente, naturalista y conservacionista sigue en pie y seguirá siendo importante para mi llevar el conocimiento a donde sea necesario sin esperar recompensa, seguiremos trabajando en pro de la conservación de la biodiversidad.

Foto.

   Este año fue bastante productivo, adicionalmente a las charlas y talleres también realizamos varios rescates y reubicación de serpientes, entre los que resaltan ejemplares recién nacidos (los nacimientos ocurren durante la época de lluvias) así como también ejemplares adultos, ahora bien, las especies más “comunes” debo hacer mención a Mapanare, desde luego, también estuvimos realizando prospecciones de campo y tomando datos sobre la biodiversidad de la cordillera de la costa central.

Serpiente de Cascabel juvenil reubicada.

   Ya para finalizar, reitero mi agradecimiento a todos los que apoyan mi labor educativa (la lista es muy larga) así como también a todos los que han participado en los talleres que he dictado a lo largo del año 2022, a instituciones educativas, comunidades y a Fundacite Aragua por invitarme a trabajar en el programa Semillero Científico.

Profesor de Biología, naturalista, aprendiz de Fotografía y Zoología con énfasis en la Diversidad Biológica Venezolana.