Excursión al Topo Gárate (1era parte).

 Día 1

   Iniciando el año con buen pie, luego de un reposo forzado post-covid y cirugía dental (extracción de las 4 muelas del juicio de una vez), ya estamos de vuelta a la acción y al mismo tiempo de celebración por el noveno año de la tercera década de vida. En esta ocasión de nuevo a la excursión, retornando al senderismo de media montaña por invitación de uno de mis Biopanas a conocer una localidad en el parque nacional Waraira Repano también conocido en antaño como el Ávila, esta vez durante la primera semana del año.

   El día arrancó como de costumbre, el amanecer y la bioalarma a las 5:00 A.M, las aves ya iniciaban su actividad diaria, una vez más mi compañera de ruta-campo colega Biomavoelger me acompañaría en esta actividad, así que decidimos realizar un paseo corto en bicicleta para estirar las piernas y posteriormente llegar a casa para afinar los últimos detalles de la excursión y esperar a que nos vinieran a buscar en la tarde para partir a la ciudad de la furia –como diría Gustavo Cerati- Caracas. Como de costumbre, fuimos al punto de reunión de los Biopanas cuando acordamos encontrarnos para las salidas de campo, ahí estuvimos un rato esperando y como cosa rara tomando nota sobre el comportamiento de 2 lagartos de especies diferentes en el mismo sitio de espera.

Guaripete / Tropidurus hispidus. 

   Hasta que por fin llegó uno de nuestros anfitriones al punto de reunión, como de costumbre, los saludos no se hicieron esperar, para tomar el retorno hacia la ciudad de Caracas (debo admitir que tenía 2 años sin ir). El recorrido bastante despejado, sin embargo me sorprendió el hecho de atravesar la ciudad capital sin mucho tráfico, ya que en años anteriores era complejo hacerlo y más cuando se trata de la hora pico al atardecer donde muchos caraqueños retornan a sus hogares por diversas razones y otros salen. Al llegar al destino pautado, nos esperaba nuestra anfitriona y los canes intimidantes a simple vista, pero luego del encuentro con estos y sus travesuras, nuevamente continuaron las tertulias con la vista gratificante hacia el Pico Oriental del Parque Nacional Waraira Repano, luego de la cena a descansar porque había que madrugar.

Día 2.

   Creo que no logré dormir de la emoción, entre cada reflexión sobre mi estado de salud y mi condición, pues tenía varios meses sin entrar a la acción, llegó la hora de partir hasta el segundo destino sin vacilación. Al llegar al punto de encuentro conocimos a Odilio, nuestro primer guía de ruta, habitante de Gárate, una pequeña comunidad ubicada en el Parque Nacional Waraira Repano y así dar inicio al recorrido en vehículo 4x4 hasta la localidad, dándonos la bienvenida y tratándonos como parte de su familia, quien va de visita.

Rumbo a Caucaguita, para iniciar el recorrido 4x4.

   La tertulia ofídica comenzó, la dialéctica entre lo empírico y académico sincretizó de manera satisfactoria, todos tuvimos una participación congruente, espontánea y elocuente (lo cual me hizo contrastar con anécdotas de otros sectores de la costa venezolana e iniciar otro proyecto). Es impresionante ver y escuchar de primera mano cómo el empirismo ha hecho huella en cuanto al ofidismo (por su puesto, el gen docente-investigador entró en acción). Entre brincos, saltos y curvas serpenteantes del recorrido, nuestro primer guía señalaba con antelación algún punto de encuentro con las serpientes, haciendo énfasis en sus registros y observaciones, los cuales no distan mucho de lo previamente reportado por académicos y con protocolos preventivos del envenenamiento causado por mordedura de serpientes venenosas, las cuales conoce con distinción.

Inicio del camino de tierra.

   Al llegar, nos esperaba un paraje hermoso, con el característico clima de montaña, un sol radiante y viento constante, ahí en su morada estaba Doña Julia, matriarca de la familia, nos recibió con alegría y en sus historias nos narró su día a día, con picardía y suspicacia su parsimonia rebosa en la audacia, así como la de sus hijos y nietos quienes curiosos e inquietos se acercaban a saludar. Así es Gárate, una comunidad familiar, donde al visitante le dan un lugar para conversar e incluso hasta cocinar, poco a poco en su rutina, cada quien en su andar, los niños juegan, los adultos conversan mientras que nosotros nos preparábamos para caminar.

Pico Naiguatá

   Preparados para iniciar, nuestro guía Eleuterio con su andar particular dio inicio al caminar rumbo a La Casa del Canalero en los Canales del Naiguatá el recorrido bastante agradable, tranquilo y sereno observando el vuelo rasante de algunos colibríes que no se dejaban ver, el canto de muchas aves se hizo sentir a medida que caminamos, las quebradas y riachuelos comenzaron a aparecer, buscando aquí y allá escuché una vocalización familiar, el sapito niñera. El sonido de la selva se hizo más frecuente a medida que el bosque cubría el sendero, nos deteníamos para hacer alguna foto a flores, mariposas o el paisaje, por su puesto, atentos ante cualquier serpiente que decidiera “salir a saludarnos”. Nuestro guía, Eleuterio un señor noble y conocedor se esos caminos, con su andar silencioso se detenía para mostrarnos alguna orquídea en floración o narrar alguna anécdota reciente de su día a día, por su parte, mis compañeros de ruta, inmersos en la actividad, disfrutando del paisaje, el viento y tertulias cortas.

Bergamota silvestre / Monarda sp.

   El sendero serpenteante, con muestras de la temporada de sequía, desde luego atento entre la hojarasca esperando ver cualquier reptil, sin embargo, al mirar hacia la derecha, en la base de un árbol hueco vi una larva de color verde que hacia contraste con el entorno, al acercarme pude notar que asociado al vistoso color era urticante me detuve con mi compañero caminante para hacer algunas fotografías, mientras que nuestro guía y mi compañera andante, siguieron unos cuantos metros adelante.

Los pelos urticantes son un mecanismo defensivo
de las orugas contra sus depredadores

   Faltaban algunas curvas del sendero para llegar a la casa del canalero, pues el primer grupo había llegado primero, aun así seguí escudriñando entre la hojarasca y raíces de los arboles hasta llegar al claro, donde se encuentra la Casa del Canalero, una pequeña encrucijada o punto de partida para hacer otras rutas de montaña hacia el Pico Naiguatá, el descenso hacia la Universidad metropolitana y hacia el dique, este punto cuenta con un plano para instalar carpas alrededor de la casa, así como también una toma de agua, lo interesante de este lugar es su contenido histórico sumado a que sirve como campamento base para realizar otras rutas de senderismo.

Vista desde la Casa del Canalero.

   Luego de descansar unos minutos, aproveché la ocasión para hacer algunas fotos a flores pequeñas y a una pareja de grillos que sin dilación, inmersa en su ciclo de reproducción y una pequeña flor que llamó mi atención.

Saltamontes silvestres.

Pimpinela / Lysimachia sp.

   Luego de las fotos, degustamos un almuerzo espectacular, una pasta con vegetales exquisita, acompañada de comida árabe solo recuerdo el faláfel, los otros nombres no, unos minutos de reposo, para iniciar el recorrido de regreso, atravesando la selva nublada, un helechal para tomar la Pica Chacón, disfrutando de hermosas vistas panorámicas bajo una tenue llovizna, observando hongos, flores, líquenes y bromelias   hasta llegar al campamento base.

Atravesando la pica Chacón.

   Al llegar al campamento, nos esperaban miembros jóvenes de la familia Lima para otra tertulia ofídica, donde se despertó el interés sobre conocer y proteger a las serpientes presentes en la zona, como reza el slogan del blog: Traduciendo la Ciencia para crear conciencia” (Gómez, 2000) y educación ambiental para la conservación (Voelger, 2016). Luego una cena espectacular preparadas por doña Julia, unas arepas con queso y mantequilla mundiales y cerrando con unos perros calientes más tarde. La tertulia ofídica continuó hasta las 11:00 pm con los adultos.

 

Continuará…

Profesor de Biología, naturalista, aprendiz de Fotografía y Zoología con énfasis en la Diversidad Biológica Venezolana.