Han pasado
algunos meses desde que inició mi práctica fotográfica usando el equipo réflex
de iniciación Nikon D3500. Anteriormente ya he comentado en dos artículos
anteriores sobre el lente de kit 18-55 mm y el lente AF-P Nikkor 70-300mm
1:4.5-6.3. al usar estos objetivos he logrados mejorar la calidad de imagen en
mis fotografías, sin embargo, en este artículo quiero comentar mis vivencias
usando el lente Sigma 105 mm 1:2.8 DG Macro (manual).
Drosera capensis en floración. |
En este sentido, he de comentar que este objetivo estaba guardado desde hace más de 10 años, cuando tuve oportunidad de adquirir un equipo réflex por allá en 2008, no obstante circunstancias externas impidieron la compra del mismo (el cuerpo del equipo) ya que este objetivo llegó “antes” que la cámara. Así pasaron muchos años, en los que varias veces estuve tentado a venderlo (por momentos económicos) o cambiarlo por la necesidad de un equipo fotográfico “básico”, desde luego, la vieja confiable estuvo al pie del cañón (mi Panasonic Lumix DMC fz50) hasta que, por fin, llegó a mis manos el equipo réflex y por ende tocó desempolvar el lente el cual es considerado antiguo en relación a su gemelo más actualizado con motor de enfoque, sin embargo, al ser un objetivo de enfoque manual su uso ha sido una situación retadora y llena de aprendizaje.
Escarabajo. |
En consecuencia, al ser un objetivo antiguo usándose en un equipo reciente, he de comentar que la Nikon D3500 es compatible con el mismo en el modo manual, el resto de los parámetros debe hacerlo el usuario desde la apertura del diafragma hasta el anillo de enfoque y zoom, en cuando a la Velocidad de obturación y el ISO va a depender de las habilidades y conocimientos del operador y configurarlo directamente desde la cámara. En mi experiencia con este objetivo ha sido a través del ensayo y error un aprendizaje significativo y retador, ya que el enfoque debo hacerlo de forma manual utilizando los anillos de enfoque (al estilo de la vieja escuela), desde luego, no me quejo de ello, al contrario, eso me ayuda a mejorar la velocidad de enfoque bajo la premisa “Una foto es una sola oportunidad” (Gómez, 2019).
Ahora bien, he
utilizado este objetivo en la fotografía de naturaleza: insectos y algunas
plantas a distancia y para ser honesto creo que el resultado es aceptable, al
menos para mi gusto, también se consigue lograr el efecto Bokeh (ese del fondo
desenfocado). Si bien es cierto que es una situación retadora como mencioné
anteriormente, buscar o hacer la foto “ideal” requiere de paciencia, mucha
practica y no menos importante los fundamentos de fotografía y manejar el
equipo de forma adecuada, es decir, conocer las limitaciones y convertirlas en
ventajas.
Larva de Mariposa. |
Ahora bien, no pretendo hacer un review
sobre este objetivo, pero en resumen y mi poca experiencia con el mismo me
encuentro conociendo las limitaciones del lente, es un objetivo pesado 460 g,
por lo que hay que asegurarse de conectarlo de manera correcta en el cuerpo de
la cámara, si bien es cierto que la apertura máxima del diafragma es de 2.8 (me
recuerda a la vieja confiable) y la mínima es 32, puedes instalar filtros de 58 mm de diámetro, lo
demás es compensar con el ISO y Velocidad de obturación, enfocar y disparar
para posteriormente hacer el revelado de las fotos y edición he conseguido
tomas y acercamientos impresionantes.
Detalle de hoja compuesta de Dormilona /Mimosa pudica. |
Solo recuerda conocer las limitaciones de tu equipo y convertirlos en
ventajas, así sea un teléfono celular o una cámara sin espejo.