Entre pedal y poca velocidad hasta los terrenos de la Hacienda la Trinidad.

Como ya es costumbre no hay que hacer rifa o jugar al bingo para ir a rodar con la familia de @mandarinasbike cada domingo, es impresionante cuando la organización de una serie de actividades se altera con tantas facilidades y no me refiero a dificultades sino a compromisos personales. Esta semana fue movida con algunas actividades extra curriculares, entre las cuales puedo mencionar: trekking urbano y de baja montaña, y para cerrar una rueda que para ser sincero ya meme hacía falta, la verdad es que como dicen por ahí: “Un día a la vez”.

Ahora bien, esta semana el grupo de Whatsapp estaba activo con el preparativo para el acostumbrado domingo deportivo, paralelo a esto esperando la llegada de mi colega @Biomavoelger quién viene de desde el Estado Zulia y realiza visitas durante los periodos vacacionales, este año de suma el ciclismo a nuestras actividades de esparcimiento, recreación y desde luego trabajando en conjunto en proyectos educativos sobre la biodiversidad y su conservación. Así pasaron los días mientras estaba trabajando y sendereando estaba pendiente del grupo de Whatsapp y la organización. En resumen, el viernes un trekking de baja montaña, el sábado trekking urbano y 24 km de una rodada en plano.

Panorámica de los Municipios MBI y Girardot (a la izquierda) desde el Paseo.

Llegó el domingo, la Bio-alarma no se hizo esperar, la paraulata ojo de candil con su canto se hizo sentir desde temprano, sin embargo, esperé hasta las 6:00 am para iniciar el día, luego de la organización respectiva antes de cada salida, mi invitada ya se encontraba en mismo plan de acción para posteriormente partir al punto de reunión a esperar a los colegas del grupo para dar inicio a la actividad, como he hecho últimamente activando la aplicación Relive para ir monitoreando la actividad, transcurridos unos minutos llegaron los muchachos, luego de la presentación y formalidades nuevamente el grito de guerra no se hizo esperar: ¡Go go go! Para ir a otro punto a esperar a los riders de @cocobikesoficial que se unirían en la rodada, desde luego, entre camaradería y tertulias transcurrieron unos minutos de espera.

Llegaron los Cocobikes, desde luego el típico ¡Go go go! Pues estábamos relativamente cerca del destino pautado, así que a seguir pedaleando, luego del descenso y posteriormente llegar al destino, logramos conversar con el oficial de día encargado de la seguridad de la entrada, pues el destino rutero está dentro de una instalación militar, estuvimos esperando durante 1 hora la autorización la cual fue denegada ya que se encontraban fumigando en la zona agraria. Desde luego, las quejas y molestias salieron a flor de piel, no obstante, el destino fue reprogramado in situ, vámonos a la UCV hacia los terrenos de la hacienda la Trinidad, directamente a la cuenca del río Güey cuyo origen parte desde el Pico la Mesa y Cerro Chimborazo de la fila que lleva el mismo nombre pertenecientes a la cordillera de la costa el estado Aragua, PNHP.

Ya en la UCV los conocedores de la ruta tomaron la iniciativa liderando el grupo, hasta llegar a un punto muy popular para los ciclistas y las fotos grupales/individuales, por supuesto que hicimos la respectiva foto y a seguir pedaleando.

Es importante resaltar que debido al periodo de lluvias y el crecimiento de la vegetación llegar al destino se hizo una actividad extrema, es decir, luego de salir del camino de asfalto/tierra, nos tocó rehacer el camino hasta la cascada, debo reconocer que atravesar el campo con el famoso pasto elefante cuya altura es mayor a 2 metros y con sus hojas filosas capaces de cortar como una navaja, a eso voy a agregar la presencia de serpientes venenosas en la zona,  así como también  cuerpos de agua artificiales usados para el riego, cercanía de la montaña y bajo impacto ambiental a pesar de estar intervenida la zona con fines agrícolas, también debo agregar la posibilidad de encontrar nidos de avispas, abejas, hormigas y no menos importante las Chivacoas (garrapatas pequeñas) y el respectivo barro.

La famosa frase del poeta Español “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” (Machado, 1973) resume por completo la travesía para llegar a la cascada -tuvimos que rehacer el camino-, la cual era la recompensa al finalizar el trayecto. Como de costumbre, la organización de las bicicletas, el trabajo en equipo y el merecido descanso previo al disfrute del respectivo baño, pues entre el calor el pasto y sus sutiles caricias cortantes el baño desde luego fue reconfortante.

Entre el descanso y el chapuzón en el mini pozo de la cascada, que por cierto es profundo yo estimo al menos 2 metros aproximadamente, hubo el compartir como de costumbre una torta de chocolate y unos dulces del medio oriente -debo admitir que no llevé la limonada dominguera- la vena científica ya estaba manifestándose, mientras estaba imaginando las especies que componen la comunidad herpetofaunística el gen explorador se hizo presente por lo que luego de preguntar el tiempo restante decidí seguir la escalera de hierro que conducía montaña arriba.

Para mi sorpresa algunas colegas del grupo ya habrían ido a explorar y tomar fotos por lo que de igual manera me dirigí la aventura fotográfica, para mi sorpresa los miembros de @cocobikesoficial y algunos riders de @mandarinasbike se unieron a la aventura, creo que pudo más la curiosidad además de ser parte de la aventura.

Al finalizar la escalera hay un pequeño espacio con una saliente para “sentarse” y admirar el paisaje, no obstante, el campo visual se ve reducido debido a la ubicación de la escalera, pero de igual manera no deja de ser impresionante.

Al girar la vista, a unos pocos metros hay otra estructura del lado izquierdo por donde va el caudal del río y se observa una mini represa y surgió la pregunta: ¿Cuál era a función de toda la estructura? Seguramente un sistema de riego y acueducto para la plantación. Sin embargo, las respuestas e interpretaciones quedan a la imaginación.


El camino serpenteante en ascenso, hasta llegar a un punto donde el sendero culmina y una cuerda cuyas fibras son víctimas de la intemperie y mal uso insinúan que el mismo sigue bajando al cauce del río donde un pozo bastante atractivo se presenta para dar la bienvenida al aventurero que se arriesga a llegar hasta ahí, mirando el entorno divisé otra cuerda en las mismas condiciones a la anterior por lo que pude inferir que el sendero continua, simplemente estaba ante un paso de río.

En el pozo estuvimos un rato, los muchachos se dieron un chapuzón, mientras tanto reflexionaba sobre la biodiversidad y divisé a otros excursionistas río arriba, como siempre el sentido de alerta activo o como dirían mis amigos fans de Marvel: “Es el sentido arácnido”. Transcurridos los minutos de algarabía efectivamente un grupo de jóvenes venían rio abajo y descendieron por la cuerda que mencioné anteriormente, luego de la activación del nervio vago, todo volvió a la normalidad, a mi lado derecho observé algunas cavidades en la roca, cuya interpretación queda a la imaginación: desde pequeños altares, erosión del agua o quizás los habitante primigenios dejando su legado, para usted de imaginar, mientras esto ocurría una de las muchachas estaba explo explorando los alrededores fotografiando la caída de agua y unos hongos.


Luego del rato en el pozo, llegó la hora del retorno, como de costumbre bajando con seguridad y precaución hasta llegar a la base de la cascada mientras el resto del grupo seguía disfrutando del agua y tertulias, luego de organizarnos y contarnos nuevamente, nos organizamos para el retorno a través del mismo pastizal, por cierto, debo admitir que fue más “rápido” al salir, quizá motivado por el inicio.

Luego de atravesar el pastizal retomamos la carretera la ruta fue hasta los arcos para unas fotos, sin embargo, una de las mandarinas tuvo un espiche así que no pude lograr el objetivo de llegar a los arcos y hacer las fotos, luego de la reparación y reencontrarnos con el resto del grupo retornamos a nuestros hogares.

Los datos arrojados por Relive indicaron un recorrido de 50 km aproximadamente, ya que la aplicación presentó fallas debido a la cobertura del teléfono. No obstante, en una próxima edición de este recorrido ampliaré la información.

Profesor de Biología, naturalista, aprendiz de Fotografía y Zoología con énfasis en la Diversidad Biológica Venezolana.